El dolor es un signo de enfermedad y un motivo frecuente de consulta médica. Comprender de donde viene el dolor muchas veces nos ayuda a tratarlo y prevenirlo.
El proceso neurológico que lleva un estímulo a producir dolor es complejo e involucra nervios periféricos, la médula espinal, el tronco encefálico, el tálamo y la corteza cerebral.
Los estímulos causantes del dolor son detectados por receptores nociceptores que tienen un umbral determinado por multiples factores; Las fibras C y fibras Aδ conectadas a estos nociceptores llevan la señal hacia el cerebro donde se procesa junto a la emoción actual y los recuerdos de la persona provocando o no una reacción específica.
El dolor tiene siempre un proceso de modulación a varios niveles; por el cual la señal nociceptiva puede ser inhibida y modificada mediante la liberación de endorfinas, encefalinas, dinorfinas, etc; que alivian el dolor y lo atenúan.
En la mayoría de los casos existe una agresión o un daño que inicia el dolor y este, pasado un tiempo, se controla con los mecanismos de modulación. La cronificación del dolor se da cuando estos mecanismos de modulación fallan y el dolor se sigue sintiendo aunque la agresión haya desaparecido. Habitualmente este proceso se da a los 3 meses de dolor continuo, pero hay personas más predispuestas que otras a generar esta cronificación.
Cuando los dolores son frecuentes, básicamente más
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